Hoy llegué una vez más a Castro y la lluvia me consumió nuevamente el alma y me devolvió la felicidad al saber que el agua también cae del cielo en verano. Al buscar un alojamiento me encontré con el Hotel Casita Española. Cuenta con Wi-fi, calefacción, habitaciones cómodas aunque algo pequeñas, con baño privado, ducha caliente y tv cable. La habitación es limpia en general, aunque no cuenta con servicio a la habitación. Uno mismo puede ir a buscar un néctar en la recepción (ya que no había otra cosa), sin embargo la atención y la ubicación es buena ya que se encuentra a una cuadra de la plaza de Castro y a media de Carabineros. Lo bueno, es que al caminar 100 metros podemos disfrutar de cualquier delicia en el Restaurante "La Brújula del cuerpo" (de bomberos) que siempre te dejará la sensación de que ese debe ser por siempre tu lugar.
La Brújula del Cuerpo (Av. Bernardo O'Higgins 308, Castro)